Diamante


El diamante es una piedra preciosa compuesta de carbono puro cristalizado. Se caracteriza por ser el mineral más duro (índice 10 en la escala de dureza Mohs) y el mejor conductor de calor. La palabra diamante proviene de la palabra griega “adamas”, que significa invencible, haciendo referencia a su dureza extrema.

La calidad de un diamante depende de la combinación de cuatro características conocidas como 4C´s (Clarity, Colour, Cut & Carat) se traducen en español como: Pureza, Color, Talla y Peso y determinan el aspecto único de cada piedra.


Pureza

La mayoría de los diamantes suelen tener “marcas de nacimiento”, las cuales se conocen como “inclusiones”. que son imperfecciones naturales que pueden afectar a su calidad. La pureza de un diamante influye según la cantidad y el tamaño de inclusiones en la piedra. Los gemólogos clasificamos las imperfecciones o inclusiones de los diamantes en varios rangos: FL, IF – VVS1, VVS2 – VS1, VS2 – SI, SI2 – P1, P2, P3.

  • FL, IF: Sin inclusiones

La claridad de este tipo de diamantes es impoluta. No presenta imperfecciones internas y tampoco externas. Son diamantes muy poco frecuentes. (Flawless/Internally Flawless)

  • VVS1, VVS2: Inclusiones mínimas.

Es muy difícil ver las imperfecciones con una ampliación 10x. Calidad de diamante excelente. (Very Very Slightly Included)

  • VS1, VS2: Con inclusiones muy pequeñas

Inclusiones y marcas detectables bajo aumento de 10x, no obstante, se trata de imperfecciones menores que a simple vista no se pueden apreciar. Es una de las calidades más recomendables por su relación calidad-precio. (Very Slightly Included)

  • SI, SI2: Inclusiones visibles con lupa de 10x

SI, SI2: Inclusiones visibles con lupa de 10x

  • P1, P2, P3: Inclusiones visibles a simple vista

Inclusiones y marcas notorias y evidentes bajo aumento de 10x y por lo general también apreciables a simple vista. Estas imperfecciones pueden tener un impacto negativo sobre la transparencia y la brillantez del diamante. Son los diamantes de más baja calidad. (Imperfect, Included)

Color

El color de un diamante hace referencia a la ausencia de una tonalidad y se clasifica en rangos. Es uno de los factores más importantes. Cuanto más blancos (transparentes), más bonitos y escasos. Los diamantes pueden tener desde un grado de color D (incoloro) hasta un color Z (amarillento, marrón, ahumado).

Clasificación del color de los diamantes.

  • D: Diamante 100% Incoloro.

El nivel de color más alto que un diamante puede recibir. Diamantes clasificados de color D son extremadamente raros y de muy elevado precio.

  • F/E: Diamante incoloro.

Incoloro. Excepcionalmente transparente. Es extremadamente difícil encontrar rasgos de color en un diamante clasificado E o F. Estos diamantes poco comunes y de precio elevado.

  • H/G. Diamante casi incoloro.

Casi Incoloro. El color es difícil de detectar a menos que se compare con diamantes con grados de color superior. La relación calidad-precio que presenta este rango es idónea, por esta razón los diamantes de este rango suelen ser los más utilizados en joyería.

  • J/I. Casi incoloros.

El color en estos diamantes es ligeramente visible. La leve cantidad de color es imperceptible a simple vista una vez que el diamante ha sido montado.

  • M/K. Color perceptible.

A simple vista, en estos diamantes el ojo humano ya podría apreciar un color amarillo.

  • Z/N. Color perceptible.

Amarillo Ligero o Muy Ligero. El color es apreciable. Son diamantes de baja calidad ya que presentan un color acentuado y que no llegan a tener la calidad Fancy (diamantes de color natural, que no afecta al brillo ni a la pureza y son muy apreciados).

Corte

La talla es otra característica importante de un diamante, hace referencia a las proporciones, la simetría y el pulido de la gema, es decir, al aspecto de la piedra. La talla determinará cómo se comporta el diamante ante la luz, y en consecuencia su brillo o destello. Los diamantes con una buena talla reflejarán el máximo de luz posible. Tipos de talla según simetría y pulido: Excelente – Muy Buena – Buena – Aceptable – Mala.

El diamante tiene las proporciones correctas (corte ideal) la luz se reflejará en el centro del diamante de una forma perfecta.

Poco profundo (pabellón corto), la luz se escapará por la parte inferior del diamante.

Profundo (pabellón largo), la luz se escapará por los lados del diamante.

Anatomía del diamante

Diámetro

El ancho del diamante medido por el filetín.

Profundidad

Altura de una gema medida desde la tabla hasta la culata.

Tabla

La faceta superior y la más grande de una gema.

Corona

La parte superior que se extiende desde el filetín a la tabla.

Filetín

La estrecha banda que rodea al diamante.

Pabellón

Parte inferior de un diamante, que se extiende desde el filetín a la culata.

Culata

La punta inferior del diamante.

El término ‘talla’ también define la forma de un diamante. Las formas que van más allá de la talla de brillante redondo estándar se denominan cortes de fantasía. Los más conocidos son los siguientes:

Tallas más populares:

Peso

Un quilate es la unidad de peso utilizada para pesar los diamantes y otras piedras preciosas. El término quilate deriva de la palabra griega keration, que significa semillas de algarrobo. En el Mediterráneo, las semillas de algarrobo fueron utilizadas durante siglos para medir el peso de diversas mercancías. Esto es así porque las semillas de algarrobo son uniformes en tamaño y peso.

A principios del siglo 20, el quilate fue estandarizado en relación con el sistema métrico decimal y adoptado a nivel internacional: 1 quilate (1ct) es aproximadamente a 0,20 gramos, 1/5 gramos, o 0,007 onzas. Los pequeños diamantes también pueden ser medidos en puntos de peso.

Un quilate es igual a 100 puntos.

Un diamante aumenta de peso mucho más rápido de lo que aumenta en diámetro. La relación entre el peso en quilates y el valor del diamante puede ser sorprendente. Cuanto mayor sea el peso en quilates, más caro será éste. Por este motivo, un diamante de 2 quilates no cuesta el doble, sino el triple, que un diamante de 1 quilate.

Por último, el peso de un diamante también tiene un componente simbólico. Aunque la diferencia visual entre un diamante de 0,98 quilates y uno de 1,01 quilates es difícil de apreciar, el precio de este último siempre será considerablemente superior. Esta diferencia de precio se debe a que algunos pesos se consideran «tamaños mágicos», como un quilate, un quilate y medio, etc.